INFO ANTIFA (Euskal Herria)

Reproducimos por su interés (independientemente de que podamos estar de acuerdo o no con las opiniones vertidas) una entrevista que la asociación vasco-alemana Baskale (baskultur.info) realizo en 2022 al colectivo vasco Sare Antifaxista (Red Antifascista) con motivo de su 18º aniversario.

El antifascismo en el País Vasco

Hace exactamente 18 años, se fundó la red antifascista «Sare Antifaxista». «Hemos contactado y colaborado con más de 250 grupos y medios de comunicación. No creo que exista un colectivo en este país que haya trabajado con un espectro tan amplio y pluralista», afirma Edu Bilbao, activista de Sare Antifa. A día de hoy, el círculo de la verdad, la justicia para las víctimas de la dictadura y, sobre todo, la reparación, aún no se ha cerrado.

18 años de trabajo político en la red antifascista «Sare Antifaxista» son un motivo para mirar atrás. Entrevista con Edu Bilbao, activista de Sare Antifa, sobre la situación actual.

Los relatores de la ONU habían instado al cumplimiento de estos principios 85 años después del golpe fascista de 1936 y la represión del régimen franquista. En opinión de Edu Bilbao, «la mal llamada Ley de Memoria Democrática y su copia en Euskadi no son más que medidas improvisadas que no se corresponden con la visión de los funcionarios de la ONU» (1). Señala que «en su afán por desalentar el trabajo de memoria digna, las instituciones han transformado la Memoria Histórica en un subproducto más de sus políticas» (2). Explica que «en Sare Antifaxista nunca hemos aceptado las políticas clientelistas de las instituciones al abordar el tema de la Memoria Histórica» y añade que «continuaremos con el trabajo de Memoria Histórica; este es un compromiso indispensable» (Juantxo Basterra).

¿Cuándo se celebra el 18º aniversario de la fundación de Sare Antifaxista?

La idea de Sare Antifaxista (3) surgió durante las fiestas del barrio de San Ignacio de Bilbao. En los meses siguientes, el proyecto fue tomando forma; recopilamos ideas iniciales, planificamos los primeros pasos y lanzamos una campaña para contactar con otros colectivos, lo que nos llevó varios meses. Podemos decir que esta fecha en San Ignacio, hace 18 años, marca el inicio de Sare Antifaxista. Movimientos iniciales, con contribuciones de personas individuales, de otros colectivos con diferentes experiencias. También con personas que tenían relaciones anónimas con estructuras del movimiento antifascista en Cataluña, el resto de España, Italia, Alemania, Inglaterra e Irlanda. Esa fue la idea inicial, que poco a poco fue tomando forma. Con el tiempo, hemos evolucionado y hemos llegado hasta aquí, provisionalmente.

¿Cuál fue la necesidad de fundar Sare Antifaxista?

Antes de 2005, se produjeron una serie de acontecimientos que nos impulsaron a abordar el tema del antifascismo en el País Vasco. Los problemas políticos llevaban décadas en la agenda, y preveíamos que los procesos dentro del movimiento político llegarían a su fin o tomarían giros inesperados. En cuanto al antifascismo, no estábamos preparados. Mucha gente vino a Euskal Herria y nos contó lo bien que lo estábamos haciendo aquí, sin problemas con los fascistas. Pero nuestro problema eran los estados francés y español, que perpetraban violencia fascista contra el pueblo vasco. El panorama cambió y empezamos a explorar la idea de organizarnos de alguna manera y emprender acciones más coherentes. No solo con un llamamiento antifascista.

El primer asunto importante que nos conmovió profundamente fue el asesinato de Aitor Zabaleta (4) en Madrid en 1998. Esto tuvo un profundo impacto en muchos aspectos de su vida. Aitor fue asesinado en Madrid por ultras neonazis, y muchos fueron responsables de su muerte. Entre ellos, el Atlético de Madrid, que toleraba la presencia de ultras neonazis en sus gradas; y agentes de la policía municipal, como se reveló posteriormente durante el juicio, que llevaron a aficionados de la Real Sociedad San Sebastián, incluyendo a Aitor y a su novia, a un bar que sabían que estaba lleno de ultras neonazis. Aitor fue asesinado por algunos de ellos, y otros contribuyeron a ello.

También fue crucial la investigación realizada por la revista «Kale Gorria» (en euskera: Calle Fría) (5) en 2002 sobre un grupo fascista, las «Falange Vascongadas». Con el apoyo de miembros de la Seguridad del Estado y la Guardia Civil, el grupo intentó establecer comandos para perpetrar ataques contra personas de izquierda y contra la izquierda vasca en general. Esto puso de manifiesto que, tras los escuadrones de la muerte de los GAL (6), ya se habían formado nuevos grupos fascistas en el estado para operar en Euskal Herria.

Con el tiempo, Ynestrillas y otros fascistas empezaron a visitarnos; durante casi diez años, los teníamos aquí cada dos meses. España 2000, el Movimiento Nacional Socialista y varios grupos fascistas (7) vinieron a celebrar sus mítines. Vimos la necesidad de responder a todo esto de forma organizada. Esto nos animó a fundar finalmente un grupo antifascista estable. Nuestros primeros pasos.

En dieciocho años, has alcanzado una gran aceptación en redes sociales. ¿Crees que hay un fuerte interés en denunciar y silenciar a los fascistas?

En estos 18 años, hemos hecho llamamientos, lanzado alertas antifascistas, llevado a cabo innumerables iniciativas, realizado conferencias, presentaciones de libros y labores conmemorativas. Durante este tiempo, hemos llevado a cabo numerosas actividades, incluyendo redes sociales, sitios web y colaboraciones con radios independientes. Contamos con herramientas de difusión y propaganda. Nuestro trabajo es de naturaleza antifascista. Salimos a la calle de diversas maneras. El objetivo principal es denunciar la presencia fascista en Euskal Herria y coordinarnos con otros grupos para organizar esta lucha antifascista. Todo lo demás son solo herramientas importantes. Es fundamental que mucha gente siga nuestras redes sociales. Lo más importante es estar presente en la calle y ocupar este espacio.

Más de 85 años después del golpe militar, desde el inicio del fascismo, seguimos exigiendo justicia, reconocimiento y dignidad. ¿Por qué cree que esto sigue siendo necesario después de tantos años?

Muchas cosas están conectadas. La respuesta antifascista, el movimiento antifascista, no surge de la noche a la mañana. Acabamos de celebrar el 101.º aniversario del levantamiento de los obreros y trabajadores que se alzaron contra el fascismo en Italia. En Alemania, se cumplió el 90.º aniversario de la fundación de la sección de Acción Antifascista dentro del Partido Comunista Alemán. Y hace 85 años, en España, organizaciones históricas (8) como la CNT, el PSOE, la UGT y el Partido Comunista formaron milicias antifascistas dentro de sus propias estructuras para combatir el levantamiento fascista del 18 de julio de 1936.

Han pasado más de 85 años desde entonces, y sabemos que, debido a los acontecimientos históricos ocurridos en el Estado español hasta la actualidad, aún nos encontramos en plena resistencia antifascista. Creemos que la lucha antifascista ha evolucionado con el tiempo. Al mismo tiempo, tenemos 45 años de lucha antifranquista y antifascista. Todo lo desarrollado en los últimos 20 años sobre el tema de la «Memoria Histórica» en Euskal Herria y más allá es relevante para nosotros.

Hemos presenciado muchos acontecimientos ocurridos en estos casi 20 años de trabajo en memoria y cómo los movimientos de memoria y antifascistas han crecido gracias a este trabajo. Hemos visto cómo las instituciones han creado «pequeños monstruos» para minimizar este valioso trabajo de memoria y convertir la memoria histórica en un subproducto institucional.

En 2007, vimos la aprobación de la Ley de Memoria Histórica, seguida de la de la derechista Yolanda Barcina, en Navarra. Pronto tendremos otra, mal llamada «Ley de Memoria Democrática» en el Estado español, una ley fraudulenta. En el País Vasco, pronto tendremos una copia similar, acompañada de las dudosas prácticas del Instituto Gogora (Autoridad Vasca de la Memoria) (9). Hemos adoptado una postura muy crítica ante este proceso y nunca hemos aceptado el clientelismo institucional en torno a la memoria histórica. Nos hemos mantenido al margen, activos y con autodeterminación. Ahora nos enfrentamos a un hecho consumado dominado por instituciones y partidos. Podemos observarlo en las reacciones en todo el país a la ley central de memoria de Madrid, la mal llamada «Ley de Memoria Democrática». No es más que otro mosaico que no cumple con los estándares establecidos por los relatores de la ONU. En 2007, tuvimos una primera ley con Rodríguez Zapatero, y ahora, en 2022, una segunda con Pedro Sánchez. Así que estamos condenados a recibir una tercera ley en 2035, con quien decida. O con la esperanza de que para esa fecha futura, haya un gobierno o coalición progresista —progresista con muchas comillas— que quiera zanjar por fin el tema de la memoria histórica.

Desde la muerte de Franco hace casi 47 años, muchas víctimas han permanecido en el anonimato; muchos perpetradores no han comparecido ante la justicia ni han mostrado arrepentimiento ni se han disculpado, como se exige en otros casos (como el de ETA). Esto lo aprendimos de Pablo Alcántara, historiador e investigador, autor del libro » La Secreta de Franco. La Brigada Político-Social durante la dictadura» . ¿Cómo es posible que, supuestamente, vivamos en un estado democrático, pero este pasado fascista permanezca inalterado?

¿Cómo es posible? Tenemos nuestra explicación; lo hemos dicho en entrevistas, en redes sociales y en nuestra página web. Un ejemplo práctico: cuando nos reunimos con los relatores de la ONU en Gasteiz hace unos años, establecieron diez puntos que deberían ser vinculantes para las instituciones y los Estados: reconocimiento, memoria, verdad, justicia, reparación y garantía de que el horror no se repetirá. Por las víctimas del franquismo.

Entonces, debido a las características del Estado español, observamos que esta mal llamada «transición» (10), esta eufemísticamente llamada democracia, se extendió más allá del régimen de 1978 (11), y la violencia política continuó en el tiempo. Uno de los puntos de la absurda Ley de Memoria Democrática es crear un arco cronológico de 1936 a 1983. Esto implica también incluir los crímenes del período de transición «democrática» (de 1975 a 1983). Por ejemplo, los asesinatos policiales en Gasteiz en 1976 (Tres de Marzo), en los Sanfermines de 1978 y los abogados muertos en Atocha en 1978. De ahí la posibilidad de incluir los primeros crímenes del fascista «Batallón Hispano-Vasco», el grupo «Triple A» (12), e incluso los escuadrones de la muerte GAL. Cínicamente, crímenes como el atentado asesino de Pasaia (13) de 1984 y otros sucesos posteriores no se tienen en cuenta porque la ley se limita a 1983.

Siempre lo hemos considerado insuficiente y hemos señalado la existencia de una conexión directa entre el franquismo y el régimen de 1978, hasta la década de 1990, con los escuadrones de la muerte GAL. Y, posteriormente, con la violencia fascista o neofascista en las calles, que desembocó en crímenes como los de Lucrecia, Carlos Palomino, Jimmy, Aitor Zabaleta y muchos otros (14).

Hemos visto lo que le ocurrió a un criminal y torturador fascista como «Billy el Niño» (15). Con el procesamiento del franquista Martín Villa (16) por los sucesos de Barcelona, Cataluña, San Fermín y otros en los que estuvo involucrado. Cómo los responsables de la dictadura franquista, tanto en las décadas de 1930 y 1940, como en las de 1950, 1960 y 1970, murieron pacíficamente en sus camas sin rendir cuentas.

Hablamos de la cúpula militar, la cúpula policial, la cúpula política del franquismo y sus tentáculos legales. Hablamos de la oligarquía, siempre cómplice, de la Iglesia Católica, siempre cómplice. De los empresarios, siempre cómplices. Lo hemos visto durante casi cuatro décadas con el problema de los esclavos laborales de Franco. No hay memoria, no hay verdad, no hay justicia, no hay reparación, porque solo unos pocos combatientes y milicianos vascos siguen vivos. Tienen más de cien años; su reloj biológico avanza. Lo mismo les ocurre a los niños, a los combatientes antifranquistas, y lo mismo les ocurrirá a sus nietos. No vemos ningún cambio. Mientras no se respeten las normas internacionales, mientras no desaparezcan los intereses privados de ciertas personas que se aprovechan de la conmemoración, la solución al problema seguirá siendo difícil. Afortunadamente, existe un movimiento de memoria y un movimiento antifascista que insisten en la revalorización histórica del franquismo. Sin duda, seguiremos apoyando Memoria Histórica. Este es un compromiso esencial para nosotros.

¿Cómo entiende el apoyo de EH Bildu (17) a la Ley de Memoria Democrática, que no garantiza realmente el reconocimiento histórico y que fue elaborada por el autoproclamado “gobierno más progresista desde el franquismo”?

Es una renuncia que vemos en EH Bildu, Sortu y Alternativa. Suponemos que sus figuras más destacadas, incluyendo al sindicato LAB (18), están adoptando una postura «anti-antifa», con todo lo que ello conlleva. Han llegado incluso a alzar la voz contra las movilizaciones. Son retrocesos políticos que también vemos en Unidas Podemos, Podemos, Izquierda Unida y el PCE (KPE). Retrocesos como los que hemos visto en sindicatos como UGT y CCOO (19). Muchos se consideran ahora parte del régimen del 78; tendrán que dar explicaciones; la historia los juzgará por su postura. Están alargando el ajuste de cuentas, que, según los relatores de la ONU, debe hacerse dentro de ciertos parámetros. Lo saben, ignoran lo necesario y se hacen cómplices. El tiempo y las víctimas del fascismo y el franquismo los juzgarán. Quedarán expuestos. Así son las cosas.

Felipe González y José María Aznar se manifestaron en contra de la cláusula adicional que EH Bildu introdujo en la ley como condición para su aprobación: extender el periodo de represión hasta 1983. ¿Temen algo los políticos o forma parte del acoso que llevan años ejerciendo para impedir una investigación exhaustiva sobre lo sucedido? No solo al régimen franquista, sino también a los descendientes de Franco y a quienes concibieron o aprobaron esta «transición democrática».

Como dije, las cosas no se hacen de la noche a la mañana. Quienes se oponen a la revisión del pasado franquista no son solo José María Aznar y Felipe González, sino también Adolfo Suárez, falangista y político nacido en el régimen. Leopoldo Calvo Sotelo, luego González y Aznar, luego Rodríguez Zapatero, más tarde Mariano Rajoy, y ahora Pedro Sánchez. ¿Y por qué? Hace más de 40 años, aceptaron un nuevo comienzo sin ajustes de cuentas, adoptaron los Pactos de la Moncloa (20) y tendieron una trampa insidiosa con la Ley de Amnistía de 1978. Porque mientras nos alegrábamos de la liberación de los presos políticos, pasamos por alto la letra pequeña: que casi cinco generaciones de genocidas franquistas fueron indultadas; que todo el aparato político, policial, mediático y judicial de la época franquista quedó impune. Celebramos en las calles que los presos políticos volvían a casa, y ellos celebraron su ley de «Cerrar a los Muertos» (21). Este es uno de los temas que venimos abordando desde hace diez años con otros colectivos y organizaciones históricas a través de la Denuncia Argentina (22). Los relatores de la ONU nos dijeron que un cierre era impensable. Lo teníamos claro en nuestro trabajo en Memoria Histórica. No solo claro, sino clarísimo. El hecho de que González y Aznar ahora critiquen esto forma parte del guion, de ese acuerdo de 45 años.

Rajoy también lo dijo.

Rajoy también, ¿no? Todos pertenecen a la misma banda y a la misma organización criminal. Quienes, dentro del régimen del 78, continuaron con esta engañosa narrativa de reconciliación. Los acuerdos firmados por el Estado español en organismos internacionales para la memoria, la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas de los crímenes del franquismo y el nazismo no se cumplieron. Por no hablar de que el Estado español colaboró con el régimen nazi. Un régimen nazi que, al igual que el franquismo, había sido condenado por las Naciones Unidas desde 1946. Cientos de republicanos antifascistas acabaron en campos de exterminio nazis porque el régimen franquista los etiquetó de extranjeros, de ciudadanos extranjeros, y porque el régimen nazi podía hacer con ellos lo que quisiera. De eso se trata.

¿La transición se realizó con criterios incorrectos?

Nunca hubo una transición. Al igual que otras organizaciones históricas y movimientos sociopolíticos, creíamos que romper con el régimen era necesario para alcanzar la democracia plena. Eso no ocurrió. Del polvo del pasado surge la inmundicia de hoy.

La Ley de Memoria del País Vasco, que usted dice sigue los parámetros del Estado español y es incluso peor que la de Navarra cuando Barcina era presidente del gobierno regional… ¿por qué el sufrimiento fue peor aquí bajo el fascismo?

Para comprender qué está sucediendo con la Ley de Memoria Vasca, debemos remontarnos a los inicios del Movimiento por la Memoria. Una de las primeras reivindicaciones fue la creación de una institución que abordara la cuestión de la superación del pasado. El PNV, en colaboración con el PSOE, creó de la nada el Instituto de la Memoria, realizó una gran inversión en el edificio de Bilbao y contrató personal para la estructura administrativa sin convocatoria. Afirmando tener en cuenta las demandas del Movimiento por la Memoria, el PNV y el PSOE crearon el Instituto Gogora (gogora = euskera: recordar). El principal problema de la primera Ley de Memoria en Navarra fue su falta de presupuesto anual. Quedó en el limbo. Posteriormente, se creó el Instituto Navarro de la Memoria porque la Ley de Memoria carecía de una dotación anual que le permitiera tener vida propia y aplicar sus disposiciones de forma clara e inequívoca.

La trampa en Euskadi fue que primero se fundó el Instituto de la Memoria, seguido de Gogora. Ahora, como tercer paso, se aprobará una Ley de Memoria Histórica para sellar todo lo anterior. Otra rama de la Democracia Cristiana en el poder y su gobierno en Gasteiz, como Gogora.

Todos conocemos estas pseudoinstituciones que han surgido en Euskadi durante más de cuarenta años. La cuestión de la memoria se está prostituyendo con la creación de Gogora, con personas cuidadosamente seleccionadas para liderarla, ya sean de sus propias filas o aquellas que ya funcionan bien. Rechazamos este modelo, tanto en Navarra como aquí en Euskadi, porque no aceptamos el favoritismo que forma parte del reparto de poder para gestionar el asunto. Nos mantenemos como observadores. Para nosotros, la dignidad de las víctimas del fascismo es primordial, especialmente por encima de las prácticas comerciales de algunos en Gogora. Mantenemos nuestro camino, no seguimos campañas y no tenemos que tragarnos ningún trago amargo. Con el tiempo, hemos visto cómo la estructura de Gogora se ha vuelto similar a la de una empresa, con un consejo de administración que toma las decisiones y luego se suceden una serie de eventos que tienen poco o nada que ver con lo que el movimiento de la Memoria y las antiguas organizaciones de los tiempos de guerra y dictadura propusieron originalmente.

Hemos visto negocios sucios, como el que publicó eldiario.es. Para organizar las actividades de Gogora, se utilizaron otras organizaciones afiliadas al PNV (23). Se instalaron carpas para eventos, se enviaron facturas y el presupuesto final ascendió a millones de euros.

Llevamos tiempo observando que las prácticas altamente cuestionables son habituales en la administración de Gogora. Eldiario.es denunció el uso indebido de empresas nepotistas propiedad de ciertos políticos. Seguimos monitoreando la situación, solicitando información sobre en qué gasta Gogora el dinero y cómo se justifican estos gastos. La respuesta fue que no eran necesarias más explicaciones, ya que el presupuesto anual o plurianual ya había sido aprobado por el Parlamento de Gasteiz. Pudimos observar cómo los proyectos e iniciativas nunca se anunciaban públicamente, presenciamos numerosas prácticas dudosas y las difundieron siempre que fue posible. Al mismo tiempo, vimos que las autoridades judiciales, la Fiscalía y los partidos políticos ignoraron el asunto y no quisieron saber nada al respecto, sobre todo porque tienen representación en la junta directiva de Gogora, lo que permitió o encubrió estos hechos. El suceso más reciente fue el ocurrido en Urduña (24), con la inauguración de un cementerio para víctimas de campos de concentración, una vergüenza más.

¿Están todos involucrados?

Todos ellos, todos ellos.

¿Qué te parece el Museo de Víctimas del Terrorismo de Gasteiz?

Compartimos la misma actitud ante esto que las víctimas del franquismo, de la transición y organizaciones como Tres de Marzo en Gasteiz (25). Es lo que es: un memorial prefabricado que intenta transmitir una historia distorsionada y revisionista que no se ajusta a lo que podemos leer en la Enciclopedia Británica (26). Porque parece que en este país no recibimos relatos coherentes de los acontecimientos de los últimos 85 años; que tenemos que acudir a la Enciclopedia Británica o a la Biblioteca Federal de Washington para ello. Porque aquí nadie tiene la valentía de decir qué ha sucedido aquí en los últimos 85 años. El memorial de Gasteiz es exactamente eso. Es un relato completamente distorsionado, un revisionismo histórico destinado a complacer a ciertas personas, a hacerles ganar mucho dinero para su gestión. Estos son los hechos. El repugnante torturador y simpatizante nazi Melitón Manzanas (27) es una víctima. Estos criterios lo dicen todo.

Si quieres añadir algo aún estás a tiempo.

Tras 18 años como colectivo, en septiembre comenzaremos un nuevo año de actividad política, un año marcado por la realidad política de nuestro entorno, tanto en Iparralde como en Hegoalde, Navarra y Euskadi. Actualmente, existe un problema: las detenciones en Iruñea (Pamplona) y la persona encarcelada tras la protesta en la calle Curia contra la oligarquía y la ultraderecha, ya que los vecinos fueron criminalizados por resistirse a la violencia policial y mediática. La polémica en Mutriku (Gipuzkoa) por una mujer policía en fiestas y las detenciones en Vitoria-Gasteiz por un policía de paisano…

Nuestras actividades contrastan marcadamente con lo que ocurre en Euskal Herria. Desde mayo, hemos observado que un amplio sector de la población es muy crítico con la actualidad, y esto se hace cada vez más evidente. Junto con varios colectivos, acabamos de finalizar una campaña contra la OTAN que duró más de un mes, lo cual consideramos muy positivo, tanto por la propia campaña como por el conocimiento y la colaboración entre los diferentes colectivos. Este es el camino a seguir. No cesaremos en el llamamiento a la unidad antifascista y en la retórica de esta unidad; es posible, y nos esforzaremos por formar una gran unidad, diversa y crítica, ante lo que está sucediendo política, social y económicamente en el País Vasco, en el contexto de la crisis que atravesamos desde 2008. Una crisis que ahora continúa con una guerra contra Rusia, en la que hemos estado involucrados. Porque hemos estado involucrados en un ataque a Argelia. Porque España y Francia, nuestros estados opresores, siguen obedientemente las crueles políticas neoliberales que se practican en la UE contra el pueblo y a favor de las grandes corporaciones multinacionales y las grandes empresas. Porque vemos que estos dos estados obedecen la nueva estrategia de la OTAN. En cuanto al mundo sindical, en cuanto a la clase trabajadora, creemos que una huelga general era necesaria desde el año pasado.

Una cosa más: al principio de la entrevista mencionaste que contactaste con más de 250 grupos, medios de comunicación, sindicatos y partidos políticos…

Es cierto, hemos contactado y colaborado con más de 250 grupos y medios de comunicación. No creo que exista un colectivo en este país que trabaje con un espectro tan amplio y diverso. Hoy podríamos organizar algo con el Comité Internacional, esta tarde con la CNT, mañana con el sindicato ELA, y pasado mañana…

¿En transporte público?

Bueno, también hemos colaborado con el PNV y la Fundación Sabino Arana (28). Estamos abiertos. Tenemos muy claro dónde queremos empezar y dónde queremos terminar. Si nos encontramos en el camino, es un hecho. Hubo años en que, por respeto a las organizaciones históricas de la guerra, estuvimos presentes en la conmemoración de los milicianos y soldados gudari en el Memorial de Artxanda (29) el 19 de junio. Pero cuando vimos que ya no se cumplían las condiciones mínimas para ello, dejamos de estar presentes.

El primer año de la inauguración de la «Huella» (en euskera: Aterpe, en español: Huella) en Artxanda, estuvimos allí con el grupo de memoria Ahaztuak (Los Olvidados) (30) con una pancarta. Decía que no podíamos seguir por ese camino, que los partidos políticos nos estaban imponiendo este camino, llevando a cabo la memoria a su manera, sin consultar a los demás. Ya habíamos protestado contra esto cuando se inauguró la «Huella». Durante años, no participamos porque Iñaki Azkuna, exalcalde de Bilbao, se posicionó en contra de la memoria histórica, debido a todos los conflictos que tuvimos con él durante 13 años: las pinturas franquistas en el Ayuntamiento, la Ley de la Memoria, la retirada de símbolos franquistas, los nombres franquistas de las calles de Bilbao…

Azkuna falleció. El 80.º aniversario brindó la oportunidad de trabajar honesta y abiertamente en la memoria histórica durante varios años. Sin embargo, con el actual alcalde, Juan María Aburto, dejamos de participar en Artxanda porque ya no se daban las condiciones y porque no queríamos saber nada del espectáculo político y mediático que se estaba montando. Tampoco queríamos ser fotografiados con los políticos responsables de la muerte del aficionado al fútbol Iñigo Cabacas (31). Esto se refiere tanto a Rodolfo Ares como a Patxi López (32), quienes aparecieron repentinamente en la conmemoración. Por mucho que la Fundación Ramón Rubial del PSOE y el PSOE quisieran ser representados por ellos, no nos haremos una foto con los responsables de la muerte de Iñigo Cabacas, perpetuando así la impunidad histórica de las fuerzas de seguridad del Estado.

NOTAS:

(1) La entrevista en español con Edu Bilbao, miembro de Sare Antifaxista, fue realizada por Juantxo Basterra, periodista y activista político ( ENLACE ). Traducción de Baskultur.info.

(2) «Memoria Histórica» es el término central de este artículo; es sinónimo de las traducciones alemanas «Historische Erinnerung» (Memoria Histórica), y a veces también «Memoria Histórica». El movimiento Memoria correspondiente tiene un carácter antifascista, no necesariamente de izquierda; también incluye a socialdemócratas y a sectores de la Convención Nacional Demócrata Cristiana (PNV). Las leyes de «Memoria Histórica» y «Memoria Democrática» son las primeras respuestas cautelosas, pero insuficientes, a la exigencia del movimiento Memoria de abordar los horrores de la guerra y la dictadura franquistas.

(3) “Sare Antifaxista” es vasco y significa Red Antifascista.

(4) Aitor Zabaleta (1970-1998) era aficionado de la Real Sociedad San Sebastián, fue asesinado a puñaladas por ultras fascistas madrileños antes de un partido contra el Atlético de Madrid.

(5) «Kale Gorria» es vasco y significa «Calle Roja» o «Calle Fría». Era una revista de izquierdas basada en una investigación exhaustiva, que no se vendía en quioscos y se distribuía únicamente por suscripción. La revista, al igual que su predecesora, «Ardi Beltza» (Oveja Negra), fue prohibida. El editor jefe, Pepe Rey, sufrió represión y amenazas durante años.

(6) Escuadrones de la muerte GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación): grupo terrorista compuesto por neonazis, militares y guardias civiles que asesinó a refugiados de izquierdas y presuntos miembros de ETA en el País Vasco francés entre 1983 y 1987. Esta serie de asesinatos pretendía obligar al gobierno francés a poner fin a su política liberal de aceptación de refugiados políticos vascos. Es bien sabido que el líder del PSOE, Felipe González, era el Mister X en la sombra, pero esto nunca se ha probado legalmente. El caso más famoso fue el secuestro, tortura, asesinato y desaparición forzada de Josean Lasa y Xose Zabala en 1983; este fue el único caso que llegó a los tribunales.

(7) Ricardo Saenz de Ynestrillas (*1965): fascista español, hijo de militar, asesinado por ETA en 1986. “España 2000”: partido ultraderechista español, fundado en 2002.

(8) Las «organizaciones históricas» del período de la guerra de 1936 y la dictadura incluyen las siguientes organizaciones, que aún existen en la actualidad, aunque con diferentes tendencias políticas: la anarcosindicalista CNT (Confederación Nacional de Trabajadores), el PSOE como partido obrero socialista, la UGT como su sindicato y el Partido Comunista de España (PCE). Por el lado vasco, ANV (Acción Nacional Vasca), el primer partido de la izquierda vasca, y el PNV (Partido Nacional Vasco), democristiano, que también se adhirió a la República.

(9) Instituto Gogora: instituto dependiente del Gobierno Vasco para la gestión de la memoria y atención a las víctimas, fundado en Bilbao en 2015, “Gogora” es euskera y significa “recordar”.

(10) El término «Transición», «Transición Española» o «Transición Democrática» se refiere al período histórico posterior a la muerte de Franco (1975) y al fin formal de la dictadura, durante el cual se reinstauraron los partidos políticos y se redactaron constituciones y estatutos de autonomía. Su duración se interpreta de diversas maneras; algunos hablan del período hasta 1979 (constitución), mientras que otros la definen como el período hasta el intento de golpe militar de 1982. La historiografía oficial en España, y también en Europa, presenta la «transición española» como ejemplar, si bien omite el hecho de que todos los poderes del Estado (político, militar, policial, judicial) permanecieron completamente en manos de los franquistas y falangistas, y que cientos de personas fueron asesinadas a tiros en las calles durante huelgas y protestas. Hoy en día, muchas fuerzas políticas definen la transición como un «fracaso» o «incompleta» porque los crímenes de guerra de la dictadura nunca se abordaron. Las críticas provienen principalmente de la izquierda, en el País Vasco y Cataluña, pero también de círculos democristianos y de derecha. En cambio, se refieren a él como el «régimen del 78», que necesita una reforma urgente. El «fracaso de la transición» fue la razón por la que la organización clandestina vasca ETA no puso fin a la lucha armada.

(11) “Régimen de 1978”: término que designa la fallida “transición democrática” tras el franquismo.

(12) Batallón Vasco-Español (BVE): Grupo terrorista paramilitar español que perpetró atentados y asesinatos contra figuras de izquierda entre 1975 y 1981. También conocido como «Triple A» (Alianza Apostólica Anticomunista). Autoridades estatales, guardias civiles y militares se encontraban en segundo plano.

(13) «Emboscada de Pasaia»: La noche del 22 de marzo de 1984, la policía española tendió una emboscada a cuatro miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA) en la bahía de Pasaia, quienes fueron abatidos a tiros. Una integrante del comando había sido detenida previamente y torturada para que revelara el lugar de reunión donde tuvo lugar la masacre. Un testigo presencial sigue vivo.

(14) Lucrecia Pérez Matos: migrante dominicana asesinada a tiros por racistas en Madrid; el joven antifascista Carlos Palomino fue asesinado a puñaladas por un ultraderechista en el metro en 2007; el aficionado al fútbol Jimmy de A Coruña fue asesinado en un enfrentamiento entre aficionados fascistas del Atlético y aficionados izquierdistas de A Coruña en Madrid.

(15) El policía Juan Antonio González Pacheco (1946-2020) fue un conocido torturador conocido como «Billy el Niño». Torturó durante la dictadura, así como bajo el amparo democrático desde entonces.

(16) Rodolfo Martín Villa (1934): político y ministro franquista, figura clave de la «transición democrática», donde, como ministro del Interior y jefe de la Policía, fue responsable de la muerte de numerosos manifestantes. A día de hoy, el movimiento Memoria sigue abierto en su contra, pero está amparado legalmente por la Ley de Amnistía de 1977, que permitió que todos los crímenes de Franco quedaran impunes, violando así el Pacto Internacional de Derechos Humanos.

(17) EH Bildu: «Euskal Herria Bildu» (Uniendo al País Vasco), una alianza electoral de izquierda liberal formada por los partidos Sortu (izquierda vasca oficial), Eusko Alkartasuna (Solidaridad Vasca, socialdemocracia nacionalista vasca) y Alternatiba (PCE), partido escindido; inicialmente también Aralar, partido escindido de Batasuna. Fundada en 2012 tras el fin de la lucha armada de ETA, actualmente cuenta con entre el 25% y el 30% de los votos y gobierna en numerosos ayuntamientos, especialmente en Gipuzkoa.

(18) LAB – “Langile Abertzaleen Batzordeak” (Comités Obreros Abertzales): sindicato del movimiento independentista vasco, 45.000 afiliados, representa al 20% de los comités de empresa; forma el partido Sortu junto a la organización juvenil Ernai.

(19) Unidas Podemos, Podemos, Izquierda Unida, PCE: Organizaciones del movimiento de protesta de 2010 y del antiguo Partido Comunista de España. Las primeras tienen representación en el gobierno de Sánchez (PSOE). UGT y CCOO son los sindicatos más grandes de España, que apoyan los pactos sociales y se oponen a los sindicatos vascos, más militantes.

(20) Pacto de la Moncloa: El Pacto de la Moncloa fue un tratado firmado en 1977 por el primer presidente del Gobierno posfranquista elegido democráticamente, Adolfo Suárez, y los principales líderes de los partidos en el Congreso de los Diputados. El acuerdo contó con el apoyo de la CEOE y los sindicatos CCOO y UGT, y consolidó un sistema económico capitalista para el Estado.

(21) La «Ley de Punto Final» es un término de la historia reciente de Latinoamérica, cuando varias dictaduras (Argentina, Uruguay, Chile) buscaron eludir el castigo con leyes de amnistía. Dichas leyes contradicen los derechos humanos generalmente reconocidos; los crímenes de lesa humanidad no pueden ser declarados prescritos ni amnistiados. Todos los intentos en Latinoamérica fracasaron; la ley de amnistía en España sigue vigente hasta la fecha, y ningún criminal de guerra o torturador ha sido llevado ante la justicia. En este sentido, es un punto central del movimiento Memoria.

(22) ‘Querella argentina’: La ‘querella argentina’ contra los crímenes de Franco es una demanda interpuesta ante un tribunal penal argentino por los crímenes de genocidio y lesa humanidad cometidos en España durante la dictadura franquista entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977. Las actuaciones fueron abiertas por la jueza argentina María Servini sobre la base del principio de jurisdicción universal para la condena de crímenes de lesa humanidad; comenzaron con dos demandas interpuestas en 2010 por varias organizaciones humanitarias argentinas y españolas, junto con el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Inés García Holgado y el hijo de un alcalde socialista asesinado por falangistas en 1937.

(23) PNV – EAJ (en euskera: Eusko Alderdi Jeltzalea, en español: Partido Nacionalista Vasco). Fundado en 1895, el Partido Nacionalista Vasco es una organización de gran importancia regional en la Comunidad Autónoma Vasca. Además de su orientación nacionalista, el partido es cristiano-conservador. EAJ/PNV aboga por una mayor autonomía e independencia para el País Vasco. Para ello, invoca el derecho de los pueblos a la autodeterminación y, en consenso con el gobierno central, busca la celebración de un referéndum en el que el pueblo vasco pueda decidir libremente sobre su futuro político. Desde el fin de la dictadura franquista en 1975, EAJ-PNV ha sido consistentemente la principal fuerza política de la Comunidad Autónoma Vasca.

(24) Urduña (en español: Orduña): Un pequeño pueblo al sur de Vizcaya, en el País Vasco. Aquí existió un campo de concentración franquista entre 1937 y 1939. A diferencia de otros campos de concentración, aquí no se ejecutó a ningún prisionero. Sin embargo, más de 140 murieron por desnutrición, enfermedades e hipotermia. Los directores del campo llevaban registros meticulosos, por lo que la historia de los acontecimientos en el campo de concentración es transparente.

(25) «Tres de Marzo», «Martxoak Hiru» o «Tercera Marcha» en Vitoria-Gasteiz. La «Masacre de Vitoria», también conocida en España como los «Sucesos de Vitoria» y la «Masacre del 3 de Marzo», tuvo lugar el 3 de marzo de 1976. La policía franquista (del fascista Martín Villa) atacó una reunión obrera en una iglesia durante una huelga general. Cinco hombres murieron y cientos resultaron heridos por disparos.

(26) Enciclopedia Británica: La enciclopedia, también conocida como Britannica, fue fundada en 1768 en inglés. Pretende presentar el resumen más amplio posible del conocimiento humano. Goza de una reputación especial por contener información científica fiable. Los autores suelen ser científicos o publicistas de renombre; su autoría siempre está verificada. La obra se publica en Estados Unidos desde 1911. La enciclopedia se publica en formato digital desde 2012.

(27) Melitón Manzanas González (1909-1968) fue un policía español durante la dictadura de Francisco Franco, colaborador de la Gestapo durante la Segunda Guerra Mundial y jefe de la Brigada Político-Social de Gipuzkoa, donde torturó a numerosos opositores al régimen. Fue asesinado por ETA en el primer intento de asesinato planificado el 2 de agosto de 1968.

(28) Fundación Sabino Arana: Fundación del partido PNV-EAJ, que lleva el nombre del fundador del partido Sabino Arana Goiri (1865-1903).

(29) El Memorial de Artxanda lleva los nombres de Huella (huella en español) y Aterpe (albergue en euskera). En realidad, consiste en una enorme huella dactilar semicircular de hierro fundido que domina la ciudad de Bilbao. El monte Artxanda fue uno de los puntos por los que los fascistas entraron en Bilbao el 19 de junio de 1937. Desde 2006, Aterpe-Huella conmemora a los defensores republicanos vascos de la ciudad vasca; una placa recoge los nombres de todos los batallones formados por partidos políticos y sindicatos.

(30) El grupo de Memoria “Ahaztuak 1936-1977” organiza periódicamente actos conmemorativos en relación con la Guerra Civil Española en el País Vasco y Asturias.

(31) Iñigo Cabacas: aficionado del Athletic Bilbao que murió por una bala de goma disparada por la Ertzaintza vasca el 5 de abril de 2012 tras un partido de la Copa de Europa contra el Schalke 04. La investigación y el juicio del incidente, que muchos calificaron de asesinato policial, revelaron numerosos detalles escandalosos.

(32) Rodolfo Ares / Patxi López: Ministro del Interior y presidente del Gobierno regional del País Vasco, entonces liderado por el PSE. Responsable político de la muerte de Iñigo Cabacas.